Homey
El reto de este proyecto es sumar en este ámbito porque siempre he admirado la fuerza de superación de las personas con movilidad reducida. Esto me llevó a interesarme y a investigar cómo viven y que es lo que necesitan. Descubrí los obstáculos con los que se encuentran en las cosas más sencillas de la vida cotidiana. Eso me puso en marcha, debía profundizar, investigar y descubrir que podía diseñar yo para que su vida fuera más fácil.
INVESTIGACIÓN
Tomé mi primer contacto con Próximo Prójimo, una fundación que atiende a personas con un grado mayor de inmovilidad y de minusvalía cognitiva. Me pusieron en contacto con CEAPAT, donde encontré un grupo de personas con la movilidad y vida activa que yo buscaba (personas con paraplejía que disfrutan de una vida independiente).
Conocí a través del equipo de terapeutas todas las necesidades que tenían dentro y fuera del hogar. Me impacto que las tareas más cotidianas de la vida fuesen tan complicadas para ellos. Encontré mi misión: "Quiero que lo cotidiano sea tan fácil para ellos como para mí".
Era necesario conocer el mercado, sus características y los productos ya existentes. Antes de iniciar esta andadura, debía saber si realmente podía aportar algo.
Después de este periodo de búsqueda, comprobé que no existía nada similar para solucionar la necesidad que yo había detectado. Podía iniciar el proceso creativo.
Una persona de movilidad reducida me habló de Ilunion, una tienda de sillas de ruedas de la fundación ONCE. Esta visita fue clave, descubrí dos segmentos en el sector de sillas de ruedas. El sector pasivo y el sector activo. En este último localizaría mi proyecto.
INVESTIGACIÓN CON TALLERES
Cinco fueron los talleres que me ayudaron a concluir que lo que tenía en mente podía hacerse realidad, era útil y necesario. Participaron seis potenciales clientes. El interés y la esperanza de que algún día pudieran tener este carrito transformo el desarrollo de estos talleres en una increíble lluvia de ideas que me permitió conocerles mejor, empatizar con sus necesidades y comenzar con el detallado análisis de las sillas de ruedas. Tabulé medidas, analicé accesorios y su posición según el tipo de invalidez.
La explosión de ideas y aportaciones que animadamente compartieron en el taller, transformó y dieron forma definitiva al prototipo final.
EVOLUCIÓN DEL PROTOTIPO
Para llegar al prototipo final realicé un total de 20 prototipos. Clasificaría mi proceso de creación en tres fases:
- Fase I - Comunicación: Mi primer prototipo tenía una simple forma cuadrada con dos alturas. Consistía en una primera propuesta para provocar sus comentarios, compartir todas sus ideas, sugerencias y opiniones. Al finalizar los talleres saqué distintas conclusiones, como que el carrito debía ser lo más simple posible, debía plegarse y debía resolver las necesidades más mencionadas: el poner la mesa, la lavadora, recoger el cuarto...
- Fase II - Desarrollo para sillas activas: Construí mi propia silla activa. Aproveché la fabricación personalizada para incluir la situación más compleja que podían tener los usuarios. Si funciona para esta situación límite, será viable para todos los demás. En esta fase construí 16 prototipos teniendo en cuenta pros y contras, las mejoras, los elementos innecesarios... que fui descubriendo testando cada uno de ellos.
- Fase III - Fases de pruebas y fabricación del carrito definitivo.
Tras este proceso logré que HOMEY fuese un producto ideal que resuelve el problema de los potenciales usuarios y que cumple con sus expectativas.
Este proyecto ha sido patentado, presentado en la Exposición Producto fresco de 2019 y expuesto a inversores en la Fundación Rafael del Pino